Los avances médicos de los últimos años han permitido mejorar la supervivencia de los niños prematuros con peso inferior a 1500 gramos y edad gestacional inferior a las 32 semanas, incluyendo prematuros cada vez más extremos. Pero ello ha supuesto un aumento de problemas de salud, así como de secuelas y discapacidad en diferentes áreas del desarrollo.
El seguimiento de los niños prematuros en la consulta de neonatología tras el alta hospitalaria, mediante la implementación de un programa de actividades estandarizado y estructurado, supone un proceso de atención clínica continuo en el que se coordinan diferentes especialistas, y que tiene como objetivo asegurar un desarrollo saludable de los niños, así como detectar y tratar cualquier problema de forma temprana.
Este seguimiento incluye varias áreas clave: crecimiento (evaluaciones regulares del peso, talla y perímetro cefálico), desarrollo motor y neurológico para identificar posibles problemas como parálisis cerebral, desarrollo sensorial (visión y audición), y posibilidad de alteraciones en el neurodesarrollo, más frecuentes en estos niños y que puede comprometer su capacidad adaptativa y funcional.
Los niños prematuros <1500g<32sg necesitan visitas regulares para evaluar estas áreas. Ello implica una atención coordinada y que aborda las necesidades de salud, nutricionales, de desarrollo y psicológicas del niño y su familia.